Najib Tun Razak

En abril de 2009, la dimisión pactada de Abdullah Ahmad Badawi, culpabilizado del fuerte retroceso electoral de la UMNO, la formación gobernante desde la independencia, elevó a la jefatura del Gobierno de Malasia a su hasta entonces segundo en el Ejecutivo y el partido, Najib Tun Razak, curtido servidor público e hijo y sobrino de primeros ministros. Najib, un conservador vinculado al nacionalismo malayo, se propuso dar credibilidad a las políticas oficialistas pro reforma (reformasi) para mejorar la libertad de expresión, erradicar la corrupción y relanzar la economía en tiempos de crisis de este país de desarrollo medio-alto. Un año después, Najib hace frente a la pujanza de la oposición parlamentaria de los islamistas radicales y del líder centrista Anwar Ibrahim, que amenaza la hegemonía de su partido, así como al aumento de las tensiones religiosas por los últimos ataques contra iglesias cristianas. Estas violencias han ensombrecido el modelo malasio de federación multiétnica y multiconfesional, en la cual los privilegios de que disfrutan la mayoría malaya y musulmana quedan equilibrados con las garantías dadas por el Estado a las demás etnias y religiones.

(Texto actualizado hasta abril 2010)

1. Un político de casta de la oficialista UMNO
2. Sucesor del dimitido Abdullah Badawi en la jefatura del Gobierno


1. Un político de casta de la oficialista UMNO

Vástago de una de las más prominentes familias políticas malayas, bien conectadas con la casa real del sultán del estado de Pahang, su padre, Tun Abdul Razak bin Hussein, fue el viceprimer ministro de Malasia desde 1957, cuando el acceso del país a la independencia, y el segundo primer ministro de la federación desde 1970 hasta su fallecimiento víctima de una leucemia en 1976. Un tío materno del muchacho, Tun Hussein bin Onn, fue a su vez el viceprimer ministro con su cuñado desde 1973 y tres años después le sucedió en la jefatura del Gobierno, función que desempeñó hasta 1981.

El mayor de seis hermanos, Najib se educó en la St. John's Institution de Kuala Lumpur y el Malvern College de Worcestershire, Inglaterra, tras lo cual se matriculó en la Universidad de Nottingham, de la que egresó con un título de economista industrial en 1974. Ese mismo año retornó a Malasia y emprendió una carrera empresarial en el sector público, como ejecutivo del Banco Central, el Bank Negara, y relaciones públicas de la compañía nacional de petróleos, Petronas. En 1976 se unió en matrimonio a Tengku Puteri Zainah Tengku Eskandar, con la que concibió tres hijos. En 1987 la pareja se divorció, tras lo cual él contrajo segundas nupcias con Datin Seri Rosmah Mansor, quien le dio otros dos descendientes.

La muerte en enero de 1976 del padre primer ministro catapultó a la vida política a Najib, a la temprana edad de 22 años, en las filas del partido de la familia y gobernante en el país desde la independencia nacional, la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), el cual ostentaba la hegemonía política como el pilar de la coalición multiétnica y multirregional Frente Nacional (Barisan Nasional, BN). El joven ingresó en la ejecutiva nacional de las Juventudes de la UMNO y heredó de su progenitor el escaño por Pekan, la capital real de Pahang, en la Cámara de Representantes del Parlamento federal, el cual disputó y ganó en la elección parcial convocada para cubrir la vacancia, así como la condición de Orang Kaya Indera Shahbandar, título aristocrático que le convertía en cortesano del sultán de Pahang. En 1977 asumió la dirección de la Autoridad Nacional para el Desarrollo de la Ganadería (Majuternak).

Reelegido en los comicios de julio de 1978, su tío, el primer ministro Hussein bin Onn, le incorporó al Gobierno como un jovencísimo viceministro de Energía, Correos y Telecomunicaciones. El nombramiento principió un ascenso en los escalafones del poder político en Kuala Lumpur, convirtiéndose en los cuatro años siguientes en vicelíder de la división de la UMNO en Pekan (1980), viceministro de Educación (1980), viceministro de Finanzas (1981), miembro del Consejo Supremo del partido (1981) y vicepresidente de su sección juvenil (1982).

En las elecciones generales de abril de 1982, vueltas a ganar por el BN con mayoría absoluta, Najib puso un paréntesis a la política nacional al hacerse con el escaño por Bandar Pekan en la Asamblea de Pahang; en los cuatro años siguientes, entre mayo de 1982 y agosto de 1986, fungió de jefe del Gobierno (Menteri Besar) de este estado malayo, terruño de la familia, a la vez que líder de la UMNO en Pekan y Pahang. En octubre de 1985 el sultán Tuanku Ahmad Shah al-Mustain –a la sazón, rey electivo, o Yang di-Pertuan Agong, de Malasia en 1979-1984- le confirió el título honorífico de Dato' Seri, más prestigioso que el de Dato’, que poseía desde 1978.

Tras las elecciones generales de agosto de 1986 Najib reanudó su diputación nacional por Pekan y regresó al Ejecutivo central de la mano del jefe del partido y primer ministro desde 1981, Dato’ Seri&nbspMahathir bin Mohamad, quien le sentó en el Gabinete como ministro de Cultura, Juventud y Deportes. En abril de 1987 asumió las funciones de presidente de las Juventudes de la UMNO en sustitución de Datuk Seri&nbspAnwar Ibrahim, ministro de Educación, que aspiraba a una de las vicepresidencias del partido y de cuya facción radical estaba considerado miembro. Las elecciones de octubre de 1990 fueron ganadas con la contundencia acostumbrada por el BN y a continuación Mahathir formó su cuarto Gobierno, en el que Najib, honrado por el rey Azlan Muhibuddin Shah con el título federal de Datuk, fue promovido al cargo de ministro de Defensa.

Identificado como uno de los más leales colaboradores de Mahathir, al que respaldó cuando en 1987 éste vio disputado su liderazgo por el ministro de Comercio y Finanzas, Tengku Razaleigh Hamzah, Najib compartía la línea promalaya y promusulmana del enérgico y autoritario primer ministro, quien se embarcó en la misión de revisar el funcionamiento del Estado federal en un sentido más favorable a las etnias autóctonas (a las que pertenece el 65% de la población), particularmente los malayos (el 50%, que son musulmanes por definición legal), pero preservando la estabilidad interior y el delicado equilibrio social y económico con las dos comunidades principales no aborígenes, los chinos budistas, taoístas y cristianos, y los indostánicos hindúes. Así, Mahathir reforzó como nunca las políticas encaminadas a la promoción de los malasios aborígenes, colectivamente llamados bumiputra, lo que incluía las medidas de discriminación positiva.

La elección de Najib para una de las tres vicepresidencias del partido el 4 de noviembre de 1993 se enmarcó en el aparentemente imparable ascenso hasta la cumbre del ambicioso Anwar, ahora mismo ministro de Finanzas, quien se convirtió en el número dos del régimen como presidente adjunto del partido y viceprimer ministro, todo ello por el momento con la aquiescencia de Mahathir. En la remodelación gubernamental efectuada por Mahathir tras las elecciones del 24 de abril de 1995, ganadas por el BN con unos aplastantes 65% de los votos y 84% de los escaños, Najib fue transferido al Ministerio de Educación.

Najib rompió amarras con Anwar cuando éste, en septiembre de 1998, cayó abruptamente en desgracia ante Mahathir, quien le despidió del Gobierno, dispuso su expulsión del partido y orquestó en su contra unas acusaciones criminales por homosexualidad, conspiración y abuso de poder, por las que fue juzgado y condenado a un total de 15 años de prisión en dos sentencias dictadas en 1999 y 2000. En diciembre del segundo año citado, Najib regresó al Ministerio de Defensa. Fue a rebufo de las elecciones del 29 de noviembre, que depararon un ligero retroceso al BN y que a punto estuvieron de costar el escaño al ministro, quien preservó su diputación con un margen de tan sólo 200 votos.

Durante su segundo ejercicio al frente de la oficina de Defensa, el Datuk dirigió las operaciones militares de pacificación en Timor Leste, que involucraron al Ejército malasio hasta 2002, y de nuevo en 2006, en el seno de las misiones y operativos multinacionales INTERFET, UNTAET y Astute, coordinó la asistencia humanitaria nacional a las víctimas del maremoto del océano Índico de 2004 y despachó otro contingente de pacificación a Líbano en 2006. En diciembre de 2003 instituyó un servicio nacional de armas obligatorio de tres meses de duración que, sin alterar la naturaleza profesional de las Fuerzas Armadas, perseguía fomentar entre los jóvenes "el espíritu del patriotismo y la unidad étnica".


2. Sucesor del dimitido Abdullah Badawi en la jefatura del Gobierno

La mudanza realizada en la cima del poder el 31 de octubre de 2003, cuando Mahathir renunció voluntariamente a las presidencias del partido y el Gobierno en favor del reemplazo del defenestrado Anwar como la segunda persona del régimen, Dato' Seri&nbspAbdullah Ahmad Badawi, no alteró la posición gubernamental de Najib, y eso a pesar de que los dos dirigentes habían sido rivales en el pasado, particularmente cuando la pugna por las vicepresidencias del partido en 1993.

Con todo, la calidad de las relaciones entre Najib y Abdullah seguía suscitando dudas. Así, el otorgamiento por el segundo al primero del puesto de viceprimer ministro el 7 de enero de 2004 fue vista como una imposición del partido, el cual, poco después, el 18 de julio, eligió a Najib sin oposición su presidente adjunto. La elevación de Najib a la condición de nuevo número dos contaba también con el patrocinio del octogenario en ciernes Mahathir, quien, pese a su promesa de retirarse completamente de la política y de no interferir en el Gobierno de su sucesor se resistía a dejar de aventar sus opiniones sobre la conducción del país. El año terminó excelentemente para Najib, que acrecentó su palmarés de títulos estatales con los de Dato' Seri Diraja y Datuk Seri, y revalidó su escaño en la Cámara de Representantes con una ventaja de 23.000 votos en las elecciones del 21 de marzo.

El perfil sucesorio de Najib adquirió nitidez a partir de 2006, a medida que el liderazgo de Abdullah, un político de carácter templado y talante conciliador pero al que se le achacaba falta de determinación, se erosionaba por una serie de factores adversos. A esta tendencia contribuyeron poderosamente las virulentas críticas de Mahathir, que acusó a su sucesor de fracasar en su campaña anticorrupción, de favorecer el nepotismo y el amiguismo en su propio círculo, de despreciar una serie de grandes proyectos de infraestructuras iniciados por su Gobierno y que él consideraba fundamentales para el desarrollo económico, y de incompetencia gestora.

Al Gobierno de Abdullah, custodio del modelo federal pluriconfesional y socialmente armónico compatible con la proclamación constitucional del Islam como la religión de Malasia, le intranquilizaba también el empuje de la primera fuerza de la oposición, el Partido Islámico Pan-Malasio (PAS), que esgrimía un programa radicalmente confesional basado en el establecimiento de un sistema jurídico derivado del Corán, la Sunna y el Hadith. Para el PAS, muy pujante en los estados malayos, algunos de los cuales ya gobernaba, Indonesia debía configurarse como un Estado islámico con plena vigencia de la Sharía y del código penal de castigos Hadd, que incluye las amputaciones y las lapidaciones, y donde musulmanes y no musulmanes habían de vivir socialmente separados.

En agosto de 2007 el viceprimer ministro salió al paso de las inquietudes político-religiosas declarando que Malasia nunca había sido un "Estado secular" en la definición "estereotipada" del término, tal como se empleaba en Occidente, ya que si por tal se entendía un modelo de gobierno "separado de los principios islámicos", no era el caso de la nación sudasiática. Las declaraciones de Najib, polémicas, suscitaron un torrente de reacciones partidistas encontradas a costa de la libertad religiosa, la primacía del Islam y el rigor de su práctica.

En la conservadora y casi inmutable Malasia, la pérdida por el BN, por primera vez desde 1969, de la mayoría absoluta de dos tercios en las elecciones generales del 8 de marzo de 2008 conmovió al oficialismo con la fuerza de un terremoto. La UMNO y sus asociados, 13 partidos representativos de la comunidad china, la comunidad india y los dos estados de la isla de Borneo, Sabah y Sarawak, experimentaron un fuerte retroceso en votos, del 63,9% al 50,3%, y en escaños, de 198 a 140, mientras que la oposición registró un ascenso espectacular. Najib, con 26.000 papeletas, fue el candidato a diputado del BN que obtuvo una mayoría más holgada.

El PAS de Abdul Hadi Awang y sus dos aliados, aunque con considerables diferencias de ideología y programa, dentro del Frente Popular (Barisan Rakyat, BR), el Partido de la Justicia Popular (PKR o Keadilan, de centro reformista) liderado por Anwar (quien tras su absolución del delito de sodomía y excarcelación en 2004 ya gozaba de plenos derechos políticos) y su esposa Wan Azizah Wan Ismail, más el Partido de Acción Democrática (DAP, socialdemócrata secular) de Lim Kit Siang, subieron al 46,7% de los votos y los 82 escaños. Además, el BR, en lo sucesivo llamado Alianza Popular (Pakatan Rakyat, PR), pasó a controlar las asambleas y los gobiernos de cinco estados malayos, Kelantan, Kedah, Penang, Perak y Selangor.

La conversión de la coalición opositora que tenía al anatemizado Anwar como encendido paladín en una clara alternativa de gobierno para Malasia desencadenó un aluvión de reproches contra el primer ministro. Abdullah fue acusado de dilapidar el caudal de apoyos recibidos por el oficialismo al hilo de la retirada de Mahathir en 2003 y empezó a recibir presiones para que fuera pensando en dimitir. Así se lo exigió, sin medias tintas, el propio Mahathir, quien como medida de presión se dio de baja en la UMNO e instó a los diputados a que le secundaran. Entonces, Najib reclamó que las disputas en el partido se ventilaran de puertas adentro. El 18 de marzo el cuestionado primer ministro presentó el nuevo Gabinete, donde Najib continuaba como ministro de Defensa. La confirmación de Najib fue criticada por la oposición, ya que el viceprimer ministro también estaba en la picota: se le vinculaba a prácticas corruptas e incluso al asesinato en 2006 de una súbdita mongola, crimen por el que afrontaba una condena a muerte el amante de la fallecida y estrecho colaborador de Najib, Abdul Razak Baginda.

El 6 de abril de 2008 Abdullah señaló a Najib como el probable heredero de su liderazgo político. El 13 de junio el primer ministro confirmó que ya tenía un acuerdo con su número dos con vistas a la sucesión, la cual se produciría "en el momento oportuno", aunque extraoficialmente circuló la fecha de 2010. El 17 de septiembre, con el país expectante tras el aviso por Anwar (finalmente no materializado) de que se disponía a "derribar el Gobierno" gracias a la deserción a su bando de docenas de diputados oficialistas, el primer ministro intercambió con Najib la cartera de Defensa por la de Finanzas. Al poco de asumir su nuevo cometido, Najib anunció un paquete de estímulo fiscal para alejar el espectro de la recesión (el PIB se contrajo más de un 3% el último trimestre del año y el crecimiento negativo iba más que a duplicarse en el primer trimestre de 2009) y lanzó la campaña 1Malasia, destinada a infundir en las agencias gubernamentales y la función pública los valores tradicionales de la armonía nacional, el trabajo eficiente, la obediencia a la autoridad y la excelencia meritocrática.

Al final, Abdullah sucumbió a las presiones generalizadas para que arrojara la toalla sin mayor demora. El 26 de septiembre admitió que podría no presentarse a la reelección en la presidencia de la UMNO en las elecciones internas de marzo de 2009, lo que equivaldría a adelantar un año el cambio de guardia. Por último, el 8 de octubre, Abdullah anunció su disposición a cesar en el Gobierno en aquella fecha, dejando el camino libre para la asunción de Najib, siempre y cuando éste ganara las elecciones de la formación oficialista. Ese escenario lo aseguró el viceprimer ministro el 2 de noviembre al obtener una mayoría decisiva de nominaciones, 134, de las divisiones locales del partido: con sólo 57 nominaciones disponibles, ningún otro aspirante al puesto podía reunir los 58 avales necesarios para participar en la competición interna.

Dicho y hecho, el 26 de marzo de 2009 la 59ª Asamblea General de la UMNO eligió sin oposición a Najib presidente del partido y a Tan Seri Dato' Haji Muhyiddin bin Mohamad, viceprimer ministro en ciernes, presidente adjunto. Complacido con el desenlace de la crisis interna, Mahathir anunció a los asambleístas su regreso a la militancia del partido. El 2 de abril Abdullah presentó la dimisión al rey Mizan Zainal Abidin, quien emitió el nombramiento de Najib. Al día siguiente, Najib prestó juramento como el sexto primer ministro de Malasia.

En sus primeras alocuciones, el nuevo gobernante anunció su intención de levantar la prohibición que pesaba sobre dos periódicos de la oposición y de ordenar la liberación de las personas detenidas al socaire de la Ley de Seguridad Interna y detenidas en las recientes movilizaciones acaudilladas por Anwar, así como de revisar el muy criticado marco legal que permitía las detenciones policiales por tiempo indefinido sin proceso judicial. Consciente de asumir la responsabilidad de llevar a la práctica las reformas administrativas, educativas y judiciales, y de solventar con logros palpables la lucha contra la corrupción -todo lo cual Abdullah no había podido o no había sabido realizar-, el primer ministro formuló su deseo de promover una "renovada pasión por el servicio público" y de establecer "un nuevo discurso público" ligado a los principios de la "transparencia", la "rendición de cuentas" y el "diálogo vibrante".

A principios de mayo, Najib, que preservaba en el Gabinete la cartera de Finanzas, anunció el lanzamiento de un "nuevo modelo económico" para meter a Malasia en el grupo de los países de desarrollo más alto sobre las bases del aumento de la productividad laboral, la expansión de la industria del conocimiento y el incremento de la inversión foránea.

(Cobertura informativa hasta 1/6/2009)